Con 125 automóviles y 36 categorías en dos grupos –Class y Specialty–, La Jolla Concours d’Elegance 2022 será inolvidable para Francisco Guzmán Giraud, coleccionista mexicano de autos Porsche por afición, y prestigioso arquitecto de profesión.
Tras una pausa de dos años debido a la pandemia COVID-19, el esperado Concurso reunió nuevamente a un selecto grupo de aficionados que viajaron a San Diego, California para vivir una experiencia de clase mundial.
“Fue extraordinaria la demanda para registrar vehículos en el certamen. Sólo el haber podido entrar en el cupo fue de por sí una victoria”, comenta el propietario.
También la adquisición de boletos para asistir al show superó las expectativas.
CATEGORÍA PORSCHE 356
Este año La Jolla Concours d’Elegance tuvo como marca festejada a Bugatti –alrededor de 40 vehículos– y como modelo celebrado el Mercedes-Benz 300SL Coupé.
Pero fue en la Categoría Porsche 356 (de 1948 a 1966) donde el arquitecto Pancho Guzmán decidió inscribir “la mayor joya” de su importante colección personal: un Porsche 356 Speedster Carrera GT de 1958.
De este modelo desarrollado para competencias en pista se fabricaron sólo 32 unidades. Es decir que si hace 64 años ya era un carro totalmente singular, entonces hoy en día…
Para reducir peso, el Porsche 356 Speedster Carrera GT tiene equipamiento de aluminio en asientos, puertas, cofre y tapa del motor –ésta con grandes tomas de aire para sus cuatro gargantas.
Los rines cuentan con centros de acero, pero las camas también son de aluminio.
Otra característica de este modelo es su gran tanque de combustible: 80 litros, a fin de reducir al máximo el número de repostajes en las carreras. Y para suministrar más rápidamente el combustible, la tapa del depósito sobresale al centro del cofre.
LO QUE NO SE VE
Al interior de este fabuloso vehículo destaca el bien acabado tablero de instrumentos, con tacómetro al centro y una aguja que marca en rojo a partir de las 7,000 RPM.
En el 356 Speedster Carrera GT, las salpicaderas y el chasís carecen de insulación: “Se ve lámina pura, todo está pintado. En el interior, los estribos y toda la parte frontal no tienen alfombrillas, sino plástico. Tampoco hay molduras laterales, y las defensas cuentan con una tira muy delgada de aluminio sin parachoques de hule… Lo que sí tiene de fábrica es una barra antivolcaduras”, explica el propietario.
Con cuatro árboles de levas y cigüeñal de balineras, el motor de 1,500 centímetros cúbicos y 130 HP alcanza una velocidad máxima de 160 millas por hora (257 km/h). El ancho del tambor de los frenos es de 60 milímetros –20 más que lo normal– y son ventilados para permitir un mejor enfriamiento.
TRES PROPIETARIOS, UNA PASIÓN
Originalmente este Porsche se produjo para un cliente estadounidense, gran aficionado que lo manejó en las 12 Horas de Sebring, en Lime Rock y en las 24 Horas de Daytona, así como en muchas carreras locales de California y la Costa Este por alrededor de seis años.
“Fue retirado de las competencias en 1965, y tras el fallecimiento del dueño sus familiares lo dejaron guardado cerca de 50 años. Entonces se lo vendieron a un segundo propietario, y en 2017 el coche pasó a mis manos”, nos cuenta el coleccionista. “Encargué su restauración a un taller especializado de San Diego, y aunque el coche estaba muy sano, sin golpes ni accidentes, y siempre bajo techo, el trabajo se llevó cuatro años.”
Luego de ser inspeccionado meticulosamente por los jueces de La Jolla Concours d’Elegance, el Porsche 356 Speedster Carrera GT 1958 de Pancho Guzmán recibió la máxima calificación: el 1er Lugar entre los vehículos de su categoría.
Cuando en 2021 le entregaron restaurado su flamante Porsche 356 –es poseedor de otros más–, el propietario hizo lo que acostumbra con todos sus vehículos: “Empecé a manejarlo, porque para mí los coches no son para estar parados. Por ser uno tan especial, pensaba conducirlo sólo con mi señora en paseos igualmente especiales, pero aún así ya le metí 1,500 millas”, comenta riéndose.
Ese relativo desgaste hizo que el auto hoy galardonado fuera sometido a una preparación exhaustiva para el concurso: “Se limpió por arriba, por debajo y por tooodos lados. Hasta con cepillo de dientes estuvimos limpiándole los labrados de las llantas”, dice con humor.
Finalmente, para evitar hasta el más mínimo asomo de polvo, el coche fue transportado en un remolque cerrado hasta los jardines de la hacienda que hace más de un siglo habitó la legendaria empresaria y filántropa Ellen Browning Scripps, donde se realiza cada año el Concours d’Elegance patrocinado por LPL Financial, Pacific Sotheby’s y San Diego Tourism Marketing District.
URBE ESMERALDA felicita al arquitecto Francisco Guzmán Giraud por este premio para su Porsche 356 Speedster Carrera GT 1958. Y también a La Jolla Historical Society por ser la institución anfitriona y beneficiaria del evento.
Porque si los diamantes son para siempre, para los autos no existe el tiempo.