(Una nota de color para quienes admiran a Eldrick Tont “Tiger” Woods, el futuro Mejor Golfista de la Historia –aún creemos que lo será, a pesar de su +13 en el Masters 86th.)
¿Cómo podemos invertir USD $57,000 y obtener ganancias por más de USD $5 millones?
Es justo lo que hizo Todd Brock, inversionista de Houston que hace 12 años pujó por el set de fierros y wedges Titleist que ofrecía en subasta Steve Mata, un ex VP de Promoción de Jugadores de esa marca.
Pagó $57,242 dólares. “Demasiado” para algunos, “una ganga” para otros.
Porque eran supuestamente los bastones con que el veinteañero Tiger Woods había ganado la edición 2000 del U.S. Open, después The Open y el PGA Championship –igualando la marca de tres Majors el mismo año impuesta por Ben Hogan–, y luego The Masters Tournament 2001 para lograr el “Tiger Slam”, siendo campeón de los cuatro principales torneos al mismo tiempo.
El set Titleist 681-T consta del pitching wedge y los fierros 2 al 9, además de dos wedges Vokey Design (de 58° y 60°) grabados con la palabra TIGER.
Feliz por su adquisición, Brock mantuvo los fierros en una vitrina de su oficina, hasta que finalmente fue convencido por Ryan Carey, el fundador de la casa Golden Age Auctions para incluirlos en la Subasta Primavera 2022. “OK, son tuyos”, le dijo tras una insistencia de años.
Esta firma especializada en memorabilia golfística cobró en 2013 USD $682,000 por el primer Green Jacket entregado a Horton Smith en el Masters 1934; y sólo el año pasado vendió dos Masters Trophy en medio millón de dólares cada uno, además de un putter Scotty Cameron de Woods por el que se pagaron 393,000.
Pues bien, la subasta de 662 artículos concluyó el 9 de Abril, con un resultado sorprendente: el set de bastones Titleist recibió 58 ofertas y fue vendido a un desconocido comprador estadounidense por USD $5’156,162.40 –nueva cifra récord en esta clase de pujas.
Brock obtuvo así un beneficio de 5’098,920.40 dólares sobre su inversión inicial.
“Estuvieron 12 años en mi oficina, pero nadie los veía. Era como un Rembrandt que alguien lleva a su castillo y nunca se vuelve a ver”, dijo el inversionista que empleará el dinero en su fundación.
Sin duda fue un negocio redondo para Todd Brock y Ryan Carey. Este último se esmeró en “autentificar al 100%” los fierros mediante fotos de Tiger Woods en los cuatro Majors, con declaraciones firmadas, “docenas de testimonios” e incluso una prueba de polígrafo de Steve Mata, quien en 2010 le vendió los bastones a Brock –gracias a los oficios del mismo Carey.
Lo curioso es que Mata dejó de trabajar para Titleist en 2008… pero en 2014 intentó subastar por eBay los “Fierros Ganadores del Tiger Slam”. Y fue entonces cuando Woods declaró: “Él puede tener mis bastones, pero no es el mismo set de fierros con que jugué esos torneos. Porque están en mi garage”.
Es igual lo que afirma su agente Mark Steinberg: “Tiger Woods tiene el set auténtico de fierros del Slam en su casa. ¿Crees que él regalaría algo tan significativo en su carrera? ¿Puede haber réplicas por ahí que él haya regalado por generosidad? Seguro. Pero réplicas versus autenticidad…”
Por su parte, el CEO de Golden Age Auctions dice: “Dejé mi trabajo en una gran firma de abogados cuando vendí esos fierros por primera vez hace 12 años, al darme cuenta de que esto era lo que yo quería hacer. Pasé gran parte de esos años tratando de recuperarlos, para que todos los vean. Los ejecutivos (en Titleist) que estuvieron a cargo de los bastones de Tiger han firmado declaraciones sobre su legitimidad, uno de ellos pasó el polígrafo, y el comprador original en 2010 hizo lo propio… Esto es lo que hacemos. No pondría a la venta algo en que no tuviera plena confianza”.
¿No es enorme el deseo de poseer aquello que ha sido de los más grandes y admirados, aunque se tenga que pagar tanto por algo que pudiera no ser original?